Soy todo lo que viví y el resto de lo que fui lo aprendi con el tiempo. Se que soy lo que sueño. Aprendí de vivir, de borrar, de escribir, de tocar el cielo y de caer con ganas de volver. Aprendí de llorar, de reir, de soñar, de ir al fin de mundo y regresar con ganas de volar. Aprendí de latir, de querer y de seguir libre.
jueves, 6 de septiembre de 2012
Ojos que no ven, corazón que no siente. Mejor mirar para otro lado, dicen. Meter la cabeza en la tierra como hace el avestruz. Pero para que algo cambie hay que romper la burbuja, hay que salir de la cajita de cristal. Abrir los ojos y animarse a ver, aunque lo que haya para ver nos estruje el corazón.
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